martes, 11 de enero de 2011

Breve historia de la botadura del "Tangaroa".

Al fín llegó el momento, preparativos.

Después de 25 meses de trabajo, parecía mentira, teníamos fecha cierta: el 2 de enero. Faltaban muchos detalles pero estaba para ir al agua. Hice una lista de las cosas que faltaban y coordiné con los amigos la fecha. Me acompañarían dos amigos y compañeros de trabajo que a diario le gastabamos horas de conversa sobre los detalles de la construcción . Ámbos propietarios de barcos y amantes de la nautica. Tambien sería de la partida mi viejo y Horacio, técnico naval a cargo del papelerío necesario para la homologación y matriculación del barco. Por lo complicado de la fecha y lo accidentada de la organización no pude avisar mas que por ésta página de la fecha. Muchos amigos interesados en estar no pudieron hacerlo. Me hubiese gustado que no fuera así pero los tiempos apremiaban. Mi intención era avanzar con el papelerío para tenerlo lo antes posible. Se sumó el apoyo logísitico de mi cuñado Adrian y mi sobrino Lautaro.
Faltando un par de días, la lista de faltantes era interminable y me dí cuenta que no llegaba con todo completo. Faltaban mil cosas. De todas formas se podía probar, hacer las pruebas necesarias para el papelerío y , fundamentalemente, sacarse el entripado de ver como flotaba y como se movía el bicho en su hábitat nautral. Así nos agarró la madrugada del 2 de enero cargando apresurados mil cosas con la sensación de me olvido esto o aquello. Tirar un barco al agua es algo complicado. Hacerlo con uno que encima viaja por la ruta es peor. Sumemos a eso la organización de un mínimo campamento dado que nos quedabamos dos días.

El viaje:

El trailer llevó bastantes esfuerzos desde su diseño (no había planos) , su construcción y los ajustes legales: patente, luces, seguro. También hubo que cambiar los cuatro rulemanes, cubiertas nuevas, etc etc. Por suerte se había comportado correctamente en una pruebita piloto que habíamos hecho y estabamos confiados.
Salimos y ni siquiera controlamos la presión de las gomas (somos asi de gurkas). Viajó sin problemas de punta a punta y salvo que tenés que ir despacio (maxima permitida 80) el viaje fué un paseo. Llegamos sin problemas retrasados un poco solamente por un accidente que había en la ruta llegando a Chascomús.

El lugar

Sin tiempo para una recorrida previa elegimos parar frente al ACA y consultar sobre una bajada que esta casi enfrente del camping. Allí nos informan que la bajada es propiedad de una guardería y ellos te bajan la embarcación por $80. Después de algunas deliberaciones decidimos aceptar la opción y empezamos a armar la arboladura en tierra mientras esperabamos la llegada del tractor que bajaría el barco al agua.
Si bien faltaban muchos ajustes, preparamos las velas por las dudas. No teníamos previsto usarlas pero por las dudas decidimos armarlas dado que preparar todo en el agua sería mas incómodo.
La bajada esta hecha en cemento, muy empinada y amplia. Tiene dos muelles de madera, uno a cada lado.

La bajada

Vino el muchacho con el tractor y en segundos Tangaroa se estaba mojando, casi no nos da tiempo de bañarlo con un champú que mi cuñado compró por el camino, a tal punto improvisamos que no teníamos botella. Al ser tan empinada me encontré con una sorpresa, el trailer desaparecio bajo el agua. No era mi idea, si bien bajo bien y cuando el tipo le dió dos o tres tirones hacia adelante el barco quedó flotando no era lo que tenía en mente. Mi idea era usar una bajada con menos inclinación, bajarlo despacio y cuando flotara de popa, soliviarlo de proa para que se deslize sobre los patines. De esa forma no era necesario sumergir tanto el trailer y no habría tirones .Tampoco el moco pasaría tan cerca del soporte que el trailer tiene para el malacate. En segundos, el barco flotaba. Como estaba a bordo no lo podìa ver bien y solo veía las caras de los amigos en tierra que sonreían y gritaban ... "flota derechito"....

La maniobra

Intente retroceder con el fuera de borda (gentilmente facilitado por Kelo), un jhonson 3,3 pata corta y arrancador como pocos, pero no alzanzaba a girar completamente. No teníamos reversa. En el muelle de barlovento no había lugar porque estaba atestado de lanchas, gomones , motos de agua y otras yerbas. No teníamos defensas y meternos en el medio de ese kilombo hubiese significado golpear por ambas bandas a los demás. El viento soplaba muy fuerte paralelo a la costa y se llevaba el  barco contra la orilla y hacia el otro muelle. En ese momento decidimos entrar al agua y con el agua en la cintura o un poco mas tenerlo desde proa y popa para que se mantenga en el lugar mientras subiamos para salir.

Primera vuelta.

Con tres tripulantes salimos a motor y enfilamos viento en contra regulando. Si bien el viento era fuerte, mas de veinte nudos, lo llevaba sin problemas. Hicimos unos cuantos metros y viendo que el barco tenía buen gobierno, no hacía agua por ningún lado empezamos a festejar. Nos asombró a todos la estabilidad. Caminabamos por la cubierta de proa a popa y no se mosqueaba. Despues de unos minutos decidimos volver para buscar a Horacio .

Segunda vuelta.

Cuando llegamos a la bajada otra vez el suplicio de tenerlo, sin poder amarrar al muelle y con semejante viento de través. Otra vez al agua y a tenerlo. Subió Horacio, mi cuñado y mi sobrino. Mi viejo miraba desde el muelle bien vestidito sin intensión de mojarse. En un momento le dimos marcha y estabamos trepados como podíamos para salir otra vez. Cuando logramos salir, veo que Oscar se habia quedado en la orilla. Jorge (capitan Tormenta para los amigos) había trepado con las uñas. Se hace difícil la trepada al Tangaroa sin escalera (otra cosa entre las faltantes). Otra vez pusimos proa al viento y despues de unos minutos empezamos a mirarnos entre todos y el canto de sirenas empezo a surtir su efecto. Estaba todo tan lindo, se movia tan bien. Y si ponemos la vela de proa....
Menos mal que no habiamos tomado, porque de ser así le hubiese hechado la culpa al alcohol. Yo mejor que nadie, y por supuesto, con toda la responsabilidad , sabía que había mil cosas que ajustar y mejorar. Que no se podían usar la velas y menos con semejante viento. Igual que la pantera rosa cuando surfea, despues de un rato estabamos agrandados y en un especie de sopor... Que lindo iba todo. Subimos la vela de proa y el Tangaroa cambio de ritmo cardíaco, dejo el leve zapateo. Le levantamos el motor se movía en un través mansito, como sin enterarse del vientaso que había. La ola, genrosa para Chascomús, no parecía afectar. En ese momento empezó a aullar de placer mi cuñado que nunca se había trepado a un velero. No lo podía creer, el bicho avanzaba sin vibraciones y ruidos extraños... "que lindo que es esto, que lo parió" murmuraba... Para ese entonces, la situación no podía ser mejor. Me encontraba como en el limbo, imaginense... el barquito flotaba hermoso, se movia con autoridad... el foquecito empujaba generoso en ese vientaso casi en ceñida (estos barcos dependen mucho de la mayor, dicho sea de paso), Jorge timoneaba sin problemas y todos nos reíamos como gansos de cualquier cosa. Era el momento tan esperado. En un momento nos acordamos de que habiamos abandonado un tripulante.... Uyyy como nos  va a putear Oscar, encima pusimos vela.....Intentamos una timida virada por avante, se negó y gentilmente viramos en redondo, rumbo al embarcadero. Llegamos rápido y los últimos metros le dimos al motorcito para poder hacer el cachito que la ceñida no daba. Oscar esperaba paciente y sin reclamos.

Tercera.

Después de algun que otro tironeo para que no se nos vaya, ubicamos un lugar mas generoso en el muelle y lo amarramos. Allí pudo subir mi viejo, que insistía en no ponerse el short y seguía disfrazado de dactari. Bajaron Horacio, mi cuñado y Lautaro. Abordaron Oscar y mi viejo. Otra vez un tramito ganando barlovento con el motorcito, despues el foque. Nos disculpamos con Oscar entregandole en exclusiva el timón y le dimos un buen rato. Casi hasta la otra costa. Para ese entonces la lista de los faltantes se había esfumado de mi mente. Tangaroa nos llevaba con elegancia y nos transmitía seguridad. Un laser o algo  parecido con dos tripulantes se nos acerco por estribor y pasó cerca para chusmear. Nos saludamos amablemente como corresponde entre amantes de la vela. Que lástima que no vamos con mayor pensé, asi no se aprecia totalmente. Me imaginaba la sorpresa de los muchachos de ver una vela cangreja en Chascomús ( tal vez no sea así pero tuve esa sensación). Oscar derivó un poco y después de un buen rato y un par de intentos de virada por avante negadas volvimos a virar en redondo y pusimos proa al emabarcadero. Casi daba de un borde, despues de un borde muy disfrutado, con foto y video incluido llegamos a unos 70 metros del muelle. Era la hora del último tramito a motor.

Pequeños inconvenientes.

Le dimos a la piola y arrancó, en unos segundos nos dimos cuenta de que no empujaba. La helice estaba loca. Nos llevaba el vientaso (cada vez mas fuerte) hacia el muelle de sotavento. Rápidamente pusimos vela nuevamente y enfilamos hacia el agua mas profunda. Mentras vemos que pasa con el motor... dijimos. Después de comprobar que la helice no giraba, suponiendo algun problema con el centrifugo o algo asi dimos por sentado que no teníamos motor. En un momento evaluamos fondear y sacar el motor para revisarlo pero lo desechamos por no conocerlo. En el manual de las macanas, uno de los primero capitulos es el de salir con un motor que no conocés. En ese momento evaluamos que dado que el viento estaba cada vez mas fuerte y había virado un poco haciendo que en maxima ceñida (con sola la vela de proa ciñe poco) ganabamos agua pero no daba para regresar al embarcadero empezamos a evaluar alternativas. En ese momento (siempre victimas del shock de confianza y el olvido de las tareas incompletas) tuve la idea brillante: pongamos un cachito de mayor, para poder orzar. Hasta ese momento no lo habiamos considerado porque no había hecho los ollaos para poder tomar rizos. Con semejante viento era imposible levantar toda la mayor. En ese momento lo consideré una alternativa. Efectivamente, levantamos un poco menos de media mayor, tomamos los puños rudimentariamente y el barco acelero y gano barlovento. Que lindo que viajaba, a pesar de que no se podìa trimar bien por lo improvisado de los puños. Ibamos lindo, estabamos evaluando virar dado que en apariencia con la nueva capacidad de orzar nos daba para llegar al embarcadero en un borde cuando.... chan chan... suspenso.... se solto un obenque del lado de la amura. Todo fue muy rápido... Jorge dijo, mira se soltó, tiene las tuercas flojas...., en ese momento (como bien señalo después Jorge), deberíamos haber enfachado... boludeamos un instante queriendo ajustar el obenque que se había soltado. No nos dió tiempo a nada. Se soltó el segundo.... y kataplummm el palo al agua.....
En ese momento me pasó por la mente la lista de los pendientes, los ajustes, pasadores, contratuercas y demas pendientes... en que estaba pensando.... Venía mirando como se curvaba el estay de proa, señal de que se habían aflojado los obenques... el botalón tambien venia nariceando... con semejante viento....
Este relato va en crudo, como fué y me hago cargo de la responsabilidad, no hay manera de que mis compañeros tuvieran real conciencia de hasta que punto estaba todo ajustado para semejante exigencia. Si alguien se hubiese lastimado en este momento estaría desconsolado. Agradezco la  infinita suerte... prácticamente no se rompió nada, no se perdio nada y NO SE LASTIMO NADIE. Lo más dolido y prácticamente lo único dañado es mi orgullo de navegante jejej, que manera de hacer macanas, en una mamua anímica, deje pasar mil detalles y puse en peligro a la tripulación y al barco. Dos años de espera y laburo, un desahogo , los amigos contentos .... todo tan lindo ... Te predispone anímicamente para cosas  buenas,  nada te puede pasar.... Pero eso no es asi, estás en el agua y hay una realidad, la razón y la rigurosidad en la evaluación de las situaciones es lo correcto. Lo demás son bravuconadas que salen carisimas.
Tiramos un fondeo con un cabo flaco y se cortó, tiramos el fondeo de respeto con un cabo decente y aguantó bien. Podríamos haber arrimado a la costa pero no la conocíamos y si el ventarrón que se afirmaba en todo el largo de la laguna nos empujaba mucho tal vez nos complicaría sacarlo de ahí , aún con la capacidad del Tangaroa de arrimarse a la orilla. Llamamos a mi cuñado quien consiguió en la guardería el rescate. Después de mas o menos media hora o algo más apareció una lancha con mi cuñado, nos tiraron un cabo y con toda la ensalada de calbes a bordo nos remolcaron hacia el embarcadero. Entre  las faltantes de mi lista olvidada estaban las cornamuzas de proa y los portaespias... Tangaroa viajo contento remolcado desde el palo. Tambien la suerte jugó a favor, tranquilamente podría haberse puesto macaco y  no dejarse remolacar desde ahí. Cuando llegamos el trailer estaba en el agua esperandonos. Un par de revolcones contra el trailer hundido e invisible practicamente, unos tirones con el malacate del tractor y Tangaroa estaba en tierra.

Mi viejo, mi cuñado, Lautaro y Horacio regresaron a La Plata. Con Oscar y Jorge hicimos noche en el campamento que armamos en el camping del aca. Al día siguiente regresamos sin problemas a La Plata.

Saldos.

A favor: el barco va bien, es estable, liviano flota equilibrado,es muy estable. A pesar de lo poco y accidentado del testeo de velas  fue satisfactorio, al menos prometedor. El viaje fue un tramite, el trailer sin problemas y la camioneta lo lleva tranquilamente.

En contra: el riesgo innecesario, las mínimas pero incomodas reparaciones (soldar una bisagra y pegar la caja del mástil que se desprendió), un fondeo chiquito perdido y las ganas de seguir navegando.


Preparativos

Todos los faltantes. Que los obenques no se salgan, las tuercas no se pierdan.... Miles de cositas, las mismas que tenía en una lista y que el canto de sirena y los dos años de aserrín me hicieron olvidar.

Enseñanza


Lo más importante, nunca hubiese imaginado que era capaz de tantas imprudencias, aún en la confianza que dá estar en una laguna. Hay situaciones en que el estado anímico puede relativizar lo que la razón manda. Eso no debe pasar. Ni por alegría ni por tristeza. Siempre hay que tenerlo presente y el " a mi no me pasa" en este caso no funcionó. Por suerte salió todo bastante bien, sin mayores consecuencias y con la tranquilidad de haber testeado el barco en condiciones, al menos respecto del viento, rigurosas.

El agradecimiento a los amigos, las disculpas por los errores y de aquí en mas... hacer los deberes que Tangaroa se lo merece porque se portó como un señorito!!!

Las fotos están en un álbum en http://picasaweb.google.com/cmflopez/Botadura#

Buenos vientos!

martes, 4 de enero de 2011

Mas fotos



El chamuyo de toda la historia viene después, paciencia...

lunes, 3 de enero de 2011

Tangaroa flota y navega!!!

El Domingo botamos el barquito. Es una larga historia que prometo contar a la brevedad. Estamos todos muy felices porque a pesar de los contratiempos lógicos (por el grado de improvisación del viaje) el  barco se comportó. Mis miedos mas grandes se disiparon, es muy estable, flota muy equilibrado. Bueno en breve publico un post con los detalles.

 Un adelanto, navegamos a motor, con el foque, despues mayor con un rizo (improvisado) , nos quedamos sin motor y hasta nos dimos el lujos de desarbolar ..... si .... jaja,,,, volvimos remolcados por una lancha. Todo con una laguna bien enojadita con viento de mas de 20 nuditos.
Hicimos mil macanas pero nos dimos el gusto. Probamos todo lo que habia que probar.
Muy pronto publico la historia completa.
Gracias Oscar, Jorge, Adrian, Horacio, Lautaro y Pipi López por todo.

sábado, 1 de enero de 2011

Rulemanes, cubiertas, elasticos...

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Paragolpes, luces, patente.

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Engache

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Ultimos preparativos


Interminable la lista de detalles. Un barco es algo complicado. Un barco que viaja por la ruta es mas complicado todavía.
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